jueves, 26 de agosto de 2010

La concepción lacaniana de la psicosis en el seminario 3

La concepción teórica que Lacan propone de la psicosis parte de situar en primer plano la relación del sujeto con el lenguaje. Es en función de esta idea que plantea retomar el término de “automatismo mental” de Gaetan de Clérambault para designar esos fenómenos en que el lenguaje se pone a hablar por sí solo, y que se caracterizan por ser fundamentalmente anideicos, es decir, no conformes a una sucesión de ideas.



30-10-2007 - Por Daniel Larsen

Fuente: www.elsigma.com







La concepción teórica que Lacan propone de la psicosis parte de situar en primer plano la relación del sujeto con el lenguaje. Es en función de esta idea que plantea retomar el término de “automatismo mental” de Gaetan de Clérambault para designar esos fenómenos en que el lenguaje se pone a hablar por sí solo, y que se caracterizan por ser fundamentalmente anideicos, es decir, no conformes a una sucesión de ideas.

En relación a este tema, en el Seminario 3 dedicado a Las Psicosis, Lacan dice lo siguiente: “Precisamente, porque es llamado en el terreno donde no puede responder, el único modo de reaccionar que puede vincularlo a la humanización que tiende a perder, es presentificarse perpetuamente en ese comentario trivial de la corriente de la vida que constituye el texto del automatismo mental”. (1)



Los fenómenos clínicos de la psicosis se caracterizan por lo que Lacan llama inercia dialéctica y dan cuenta de un déficit en el polo metafórico del lenguaje. El significante del síntoma ha perdido sus lazos con el resto de la cadena significante, se ha separado y permanece aislado, como un significante en lo real.



Un ejemplo claro de esto que venimos diciendo lo encontramos en el neologismo. Este se caracteriza por ser un término indefinible, que no entra en relación con otros términos al modo del diccionario, siempre está como fuera de contexto, como un significante extraido de lo simbólico. Otro ejemplo es la certeza inconmovible que domina al psicótico que cree que algo de lo que sucede le concierne, se refiere a él, se dirige a él.



Estas ideas Lacan las va a sostener hasta el final en su enseñanza. Incluso en su Seminario 23 sobre El Sinthome va a precisar que lo característico de la psicosis es el fenómeno de la palabra impuesta.



La relación con el lenguaje implica, para el sujeto, sentir una intimación perpetua, una solicitación, incluso una conminación, a manifestarse en ese plano. Nunca, ni por un instante, el sujeto debe dejar de testimoniar que él está presente, que es capaz de responder. No estarlo sería la señal de lo que se llama una descomposición.



El desencadenamiento de la psicosis se produciría cuando el sujeto recibe, desde el campo del Otro, un llamado a responder desde un significante que no posee.



En el Seminario 3 Lacan utiliza, tomándolo de Freud, el término alemán verwerfung para designar el mecanismo causante de la psicosis. Si bien hay momentos en que lo plantea con cierta ambigüedad y da a entender que se trataría de un rechazo de un significante que quedaría excluido de lo simbólico, creo que más bien alude a una falla en la constitución misma de lo simbólico, a una carencia básica de un significante primordial.



En la página 361 dice lo siguiente: “La noción de verwerfung indica que previamente ya debe haber algo que falta en la relación con el significante, en la primera introducción, a los significantes fundamentales.



Esta es, evidentemente, una ausencia irreparable para toda búsqueda experimental. No hay ningún medio de captar, en el momento en que falta, algo que falta. En el caso del presidente Schreber sería la ausencia del significante masculino primordial, al que pudo parecer igualarse durante años: parecía sostener su papel de hombre, y ser alguien, igual a todo el mundo” (2)



Si bien en distintos momentos del Seminario Lacan habla de diferentes significantes primordiales, dando a entender, de esta manera, que se trataría de varios, con la imagen de la carretera principal produce un pasaje del plural al singular, dejando bien claro que no se trata de cualquier significante, que el significante primordial en cuestión es el significante del nombre del padre. La carretera principal es un ejemplo de la función del significante en tanto que polariza, aferra, agrupa en un haz a las significaciones.



La función del padre, dice Lacan, no es pensable de ningún modo en la experiencia humana sin la categoría del significante. La simple sumatoria de los hechos de copular con una mujer, que ella lleve luego en el vientre algo durante cierto tiempo y que ese producto termine siento eyectado, nunca puede llegar a constituir la noción de qué es ser padre. El sujeto puede saber muy bien que copular es realmente el origen de procrear, pero la función de procrear en cuanto es significante de otra cosa. Para que procrear tenga su sentido pleno, es aun necesario, en ambos sexos, que haya aprehensión, relación con la experiencia de la muerte que da al término procrear su sentido pleno.



El significante ser padre hace de carretera principal hacia las relaciones sexuales con una mujer. Si la carretera principal no existe, nos encontramos con cierto número de caminitos elementales, copular y luego la preñez de la mujer.



Sólo a partir del momento en que buscamos inscribir la descendencia en función de los varones podemos decir que hay una innovación en la estructura, se introduce un corte, que es la diferencia de generaciones. La introducción del significante del padre introduce de entrada una ordenación en el linaje. Esta es una de las facetas más importante de la función del padre, la introducción de un orden, un orden simbólico, cuya estructura es diferente a la del orden natural.



Veamos ahora en qué momento de su vida se desencadena la psicosis de Schreber. En varias oportunidades estuvo cerca de llegar a ser padre. De golpe se encuentra investido de una función social considerable, y que tiene para él mucho valor: lo nombran presidente de la Corte de Apelaciones. Es introducido, de esa manera, en la cumbre de la jerarquía legislativa, entre los hombres que hacen las leyes y que además son todos veinte años mayores que él: perturbación del orden de las generaciones. Esa promoción de su existencia nominal, producida por un llamado expreso de los ministros, exige de él una integración renovadora.



Para Lacan “el presidente Schreber carece de ese significante fundamental que se llama ser padre. Por eso tuvo que cometer un error, de enredarse, hasta pensar llevar él mismo su peso como mujer. Tuvo que imaginarse a sí mismo mujer, y efectuar a través de un embarazo la segunda parte del camino necesario para que, sumándose una a otra, la función de ser padre quede realizada”. (3)



Hacia el final del Seminario, Lacan hace explícita referencia a los conceptos freudianos de complejo de Edipo, castración y falo planteando que la función del padre es la de representar ser el portador del falo. “El padre en tanto padre tiene el falo: y nada más”. Y más adelante: “lo que está ahí en juego no es un triángulo padre-madre-hijo, sino un triángulo (padre) falo-madre-hijo. ¿Dónde está el padre ahí dentro? Está en el anillo que permite que todo se mantenga unido”. (4) (Se puede ver que ya a esta altura de su enseñanza Lacan ya tenía idea de lo que desarrollaría veinte años más tarde como “cuarto nudo”)



Por último digamos que en ulteriores desarrollos Lacan va a relativizar el carácter de único o incluso de absoluto que le otorgaba en este seminario al nombre del padre. Va a pasar del singular al plural, va a hablar de los nombres del padre, pero manteniendo, a la vez, el nombre del padre como lugar; lugar al que podrían llegar a advenir los diferentes nombres del padre.





Bibliografia



Jacques Lacan: Seminario 3, Las Psicosis, Ed. Paidós, Barcelona, 1984, pág. 438.

Ibid., pág. 361.

Ibid., pág. 418.

Ibid. pág. 454.

Conversación con Jean-Claude Maleval [1]

Por Emilio Vaschetto y Elena Levy Yeyatti







Conversación llevada a cabo el 25 de abril de 2008 en ocasión del Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, con Elena Levy Yeyati y Emilio Vaschetto, y la colaboración de Daniela Rodríguez de Escobar en la traducción y elaboración de preguntas.



Como podrá valorarse el tono de esta conversación es esencialmente clínico y conceptual, haciendo énfasis en la clínica con las psicosis y en particular en el programa de investigación de las psicosis ordinarias sin por ello dejar de interrogar el valor heurístico de éstas.





Elena Levy Yeyati: Las siguientes preguntas están inspiradas en su libro La forclusión del nombre del padre[2], texto en el que usted sostiene que si bien sigue la enseñanza que Miller viene desarrollando en los últimos 30 años respecto de la "axiomática del goce", su trabajo no expresa "una opinión colectiva: no deja de ser un planteamiento singular..."



J.C. Maleval: El trabajo que doy a conocer es a la vez colectivo, ya que es una lectura clásica de Lacan, y al mismo tiempo es mi lectura singular debido a que hay muchos matices, digamos, de lectura…



E.L.Y.: En El Sinthome podemos leer "anoche me preguntaron si había otras forclusiones además de la que resulta de la forclusión del nombre del padre. Es muy cierto que la forclusión tiene algo más radical. El Nombre del Padre es, a fin de cuentas, algo leve. Pero es verdad que eso allí puede servir, mientras que la forclusión del sentido por la orientación de lo real, pues bien, aún no hemos llegado a eso..." ¿Se desprende de indicaciones de este tipo que es legítimo generalizar la psicosis?



J.C.M.: No. Es un debate central actualmente en la Escuela, hay dos tendencias en la Escuela: la de mantener tres estructuras, incluso cuatro, con el autismo, y la de decir que no hay más referencia que al sinthome y que eso hace desaparecer la estructura de cierta manera. El sinthome en la psicosis no es lo mismo que en la neurosis.



Cuando se pasa de la estructura al sinthome no desaparece la estructura. La estructura la reencontramos en el sinthome, hay sinthome desabonado del inconciente como en Joyce, hay sinthome que se articula al Otro, en el sinthome erótico, hay que precisar el sinthome en la perversión, es un sinthome fetichizado en la perversión, la estructura de la perversión es más complicada … y luego en el autismo, el sinthome es el cuerpo, es el objeto cuerpo…. Hay sin duda muchas formas del sinthome a precisar, en Joyce el sinthome está desabonado del inconciente…. Miller también propone precisar las diferentes formas de sinthome.



Emilio Vaschetto: ¿Podríamos pensar si el sinthome implica el lazo social?, es decir, si todo sinthome, de por sí, implica el lazo social. Pues tenemos el ejemplo que usted publicó en el libro Psicosis actuales de Raymond Russell.



J.C.M.: Es una pregunta difícil, donde la respuesta no es evidente. Depende de la definición que uno dé de sinthome, cómo lo vamos a delimitar. Hay cosas que hacen de enganche en la estructura -es una manera de decir que es un sinthome en todos los casos. Pero hay un sinthome diferente, un sinthome degradado, (como tengo tendencia a decir); lo que hace sinthome en ciertas psicosis, o en el autismo donde el sinthome no implica forzosamente el lazo social. Hay una gradación de síntomas creo.



En el autismo el sinthome no implica necesariamente el lazo social…¿El objeto artístico es un sinthome?, podemos decir no….es una excepción diferente del sinthome, si uno lo limita al significante unario, ¿es que el sinthome de Joyce hace lazo social? Sí, pero limitado. Sin embargo no tengo verdaderamente la respuesta , es una pregunta interesante…



E.L.Y.: .. - La defensa decidida de Maleval acerca del causalismo de la "forclusión del NP" para dar cuenta de la psicosis llama la atención, ¿considera necesario mantener un uso restringido de la forclusión o de fenómenos que se pueden pensar que derivan de la forclusión del NP (como las alucinaciones verbales de tipo esquizofrénicas)?



J.C.M.: Para toda psicosis hay forclusión del Nombre del Padre, en la esquizofrenia, la paranoia, la psicosis maníaco depresiva y el autismo…es mi tesis y es así mismo la tesis que hoy sostiene Miller en la Escuela. Aunque haya una tendencia del nudo borromeo, las tres estructuras bien diferenciadas se conservan, Miller al menos sostiene eso.



E.L.Y.: ¿Cuáles son las evidencias para sostener la necesidad de la forclusión del Nombre del Padre para el diagnóstico de psicosis? Vivimos en una época donde son tantos los factores causales, información genética, factores ambientales, que hacen a una causalidad indeterminada



J.C.M.: La forclusión del Nombre del Padre no es causal, es una estructura ,donde yo no sostengo que la carencia del padre en el discurso del Otro determina la psicosis, otros factores, genéticos, ambientales, intervienen, la forclusión no es un factor causal, es una estructura, es un modo de funcionamiento del sujeto, la causa son factores diversos, no se sabe exactamente…



E.L.Y.: Entre causalidad y descriptivismo, como tendencias epistemológicas, sería esta idea más descriptivista?



J.C.M.: No me gusta el término descriptivo. El modo de funcionamiento del sujeto, la estructura, permite ver cómo funciona el sujeto y esto tiene incidencias sobre la conducción de la cura, esa es la importancia para nosotros, el interés de la estructura psicótica es que tiene incidencias sobre la conducción de la cura



E. V.: ¿Hay un fenómeno elemental característico dentro de una estructura en particular: de la esquizofrenia, de la paranoia etc…?



J.C.M.: No, hay una estructura de la psicosis, y la esquizofrenia y la paranoia no son estructuras, hay un pasaje de una a otra. El fenómeno elemental remite a la estructura de la psicosis…..Hay varios tipos de fenómenos elementales, es una clínica muy larga, trastornos de lo imaginario, simbólico y real: la imagen del cuerpo, trastornos específicos del lenguaje, trastornos del goce, tres suertes de fenómenos elementales, etc



E.L.Y.: En El Sinthome Lacan generaliza la forclusión, el rechazo del sentido de lo real, eso autorizó una línea de investigación por la que avanzó Miller partiendo de la noción de "forclusión generalizada"... Maleval critica "La extensión del campo de la psicosis caracteriza a la clínica lacaniana actual (psicosis ordinaria)..." Pero, si la creencia en el padre, a quien se demanda amor, no está en juego en muchos problemas clínicos actuales – anorexia, bulimia, border line-¿no autoriza esto a hablar de forclusión del Nombre del Padre, por lo tanto de psicosis "ordinarias"?



J.C.M.: Creo que hay que despegar la demanda de amor al padre de la función paterna, la función paterna es más larga que el amor al padre, puede ser el sinthome, etc En la psicosis ordinaria efectivamente hay una extensión de la noción de psicosis, hay una estructura que es importante… cada vez más seguido, en Francia, como aquí,la mitad de nuestros pacientes son psicosis ordinaria…entonces en la psicosis ordinaria hay forclusión del Nombre del Padre efectivamente. La anorexia, la bulimia, el borderline - que es un diagnóstico para todo- … La anorexia es un síndrome, hay anorexias psicóticas, neuróticas….



E. V.: ¿La psicosis ordinarias son efectivamente psicosis?



J.C.M.: Sí, el fenómeno elemental que hablábamos hace un rato, lo encontramos de una manera discreta en la psicosis ordinaria. Es necesario el fenómeno elemental para hablar de psicosis. La psicosis ordinaria se discierne por manifestaciones discretas de la clínica de la forclusión.



E.L.Y.: ¿Todo el mundo está de acuerdo sobre esto?



J.C.M.: Sí, hay acuerdo en la Escuela, está el libro que ustedes conocen La psicosis ordinaria...



E.L.Y.: Como idea del fenómeno elemental tengo la intrusión xenopática del lenguaje



J.C.M.: Lacan en el Seminario Las psicosis lo define así, pero es provisorio …La clínica de los nudos aporta algo Miller dice los nudos son una metáfora….la clínica de nudos nos interesa en la psicosis ordinaria porque vemos que el registro imaginario desanudado, si hacemos la hipótesis que la forclusión del Nombre del Padre se traduce en términos de nudo, de un nudo no Borromeo, podemos concebir clínicamente que el dejar caer de Joyce es un fenómeno elemental, que no es un trastorno del lenguaje. Es un otro trastorno del goce..



E.L.Y.: es un concepto difícil de trasmitir para diagnosticar psicosis.



J.C.M.: Yo lo enseño regularmente. Hice un texto que puede ayudarlos Elementos para una aprehensión clínica de la psicosis ordinaria, está en internet en la Universidad de Toulousse en la sección clínica…



E.L.Y.: En "Clínica Irónica" aparecida en 1993 Miller señala que frente a una clínica diferencial de la psicosis hay una clínica universal del delirio: "todo el mundo delira", y rechaza la normativización edípica para fundar una psicopatología. ¿Qué piensa de "todo el mundo delira", enunciado ligado a la noción de forclusión generalizada? ¿Y de la idea de que todo lenguaje es un trastorno del lenguaje?



J.C.M.: Es necesario comprender bien eso, todo el mundo delira, todo el mundo es loco, pero no todo el mundo es psicótico, todos deliran porque no hay referencia a lo que decimos, pero no es lo mismo que el delirio psicótico, la forclusión generalizada quiere decir que es la relación al lenguaje, la forclusión generalizada es el agujero del A, el agujero del Otro, el Otro está agujereado para todos, la forclusión generalizada es muy diferente a la forclusión del Nombre del Padre .



La forclusión generalizada quiere decir que el Otro es agujereado para todo sujeto. En el caso del neurótico y el perverso tenemos el Nombre del Padre para construir un fantasma pata protegerse de la beance del Otro, el psicótico no tiene en Nombre del Padre para protegerse de la forclusión generalizada, es una segunda forclusión, no tiene cómo protegerse, el goce del Otro le vuelve, no hay fantasma para protegerse de lo real…



E.L.Y.: ¿La clínica es binaria o hay una clínica continuista?



J.C.M.: Hay cuatro estructuras: psicosis, perversión, neurosis, autismo. El autismo es un poco diferente de la psicosis, es la tesis de los Lefort, yo creo que es justa. La cuarta estructura es la tesis de los Lefort.



E.L.Y.: ¿Se puede hacer un diagnóstico de psicosis más allá del binarismo?



J.C.M.: No … el sinthome no tiene consecuencias para la dirección de la cura, es la estructura la que tiene consecuencias sobre la dirección de la cura.



A propósito de la clínica continuista está en el interior del campo de la psicosis , esquizofrenia, paranoia, se pasa de un polo al otro, pero en el exterior hay estructuras.



E.V.: Efectivamente es como usted lo plantea en su libro La lógica del delirio.



E.L.Y.::¿ Tiene pacientes inclasificables, que no sabe cómo diagnosticarlos?



J.C.M.: Sí, eso ocurre, pero a lo largo de un año de trabajo es raro no saber qué diagnóstico asignar.



E. V.: Podemos tener muchos pacientes no clasificados, pero en la manera de intervenir tenemos una hipótesis de la estructura.



J.C.M.: Es la primera cosa que me pregunto…la estructura orienta la dirección de la cura….no hay muchos enfermos inclasificables, es verdad que algunos casos, que son raros, tardamos en diagnosticar la estructura, para conducir la cura tenemos una idea de la estructura efectivamente.-







1- Esta transcripción ha sido desgrabada por Carolina Alcuaz y corregida por los interlocutores.

2- Maleval J.C. La forclusión del Nombre del Padre: el concepto y su clínica Buenos Aires: Paidós, 2002



Fuente: virtualia@eol.org.ar