domingo, 7 de junio de 2009

Dispositivo Fábrica de Casos

Un dispositivo es una convención que dispone simbólicamente lugares y funciones, como así también tiempos en los que estos lugares y estas funciones se despliegan a los fines de que algo se produzca.

En psicoanálisis, el antecedente más inmediato es el dispositivo analítico en el que la regla fundamental de la asociación libre y la atención libremente flotante sitúan las funciones de la palabra y la escucha (o silencio): lugar del analizante y lugar del analista. Los dispositivos psicoanalíticos (cartel, dispositivo de pase, presentaciones de enfermos, fábrica de casos, etc.) deben ser evaluados en su funcionamiento según los criterios propios al psicoanálisis en extensión. El interés que reviste este término para el psicoanálisis proviene de una doble incidencia significante: una que remite a la práctica y la otra al juego, al teatro en acto. Practicable que implica la noción de movimiento: "práctica", "juego", "semblante", "desplazamiento", son términos del vocabulario del psicoanálisis, que se encuentran en las cuatro esquinas de la estructura del ser hablante.

En la Proposición del 9 de octubre de 1967, Jacques Lacan propone para la institución psicoanalítica una serie de dispositivos que extienden el psicoanálisis en intensión, - práctica de la cura -, a las diferentes actividades de formación, de investigación y de producción clínica y teórica, y al de lazo social en general. Esta idea ha dado lugar a un nuevo modo de pensar los dispositivos de trabajo propios al campo del psicoanálisis.

El dispositivo de fábrica de casos, dispositivo del análisis en extensión, ha sido concebido como una ficción, un artefacto que requiere de los participantes una disposición a incluirse en un juego que promueve el jugarse, a los fines de trabajar en ese pasaje del saber textual al saber referencial que define a la clínica psicoanalítica.

El saber textual es el saber propio del inconsciente estructurado como un lenguaje, saber que se procesa en un análisis y que tiene el carácter fundamental de ser un saber no sabido por aquel habitado por ese saber. El saber referencial es el saber compartido al que se puede hacer referencia poseyendo, por lo tanto, el carácter de saber sabido.

La puesta en práctica del dispositivo Fábrica de Casos se realiza en dos fases bien delimitadas y requiere de la participación del equipo docente, de los alumnos inscriptos en el seminario y de psicoanalistas invitados.

1- Presentaciones

Se realizan en reuniones de una extensión de 1.30hs. a 2 hs. El psicoanalista invitado para esa ocasión, expone el fragmento de su práctica que le haya parecido conveniente según diversas consideraciones que incluye en la exposición. Su participación se limita a esa única visita. El relato del psicoanalista se dirige a un miembro del equipo docente, quien tiene la facultad de interrogarlo cuando lo crea necesario; mientras, la audiencia formada por los alumnos y los demás docentes, permanece en silencio. Sólo al final se abre un breve espacio de preguntas por parte del público - rotación de funciones -, espacio que es puntuado por el conductor de la experiencia que concluye la reunión cuando observa un giro de las intervenciones ya sea hacia el apetito de saber, o hacia la fabricación.

Un grupo de 3 alumnos, autopropuestos para la tarea, se hace cargo de lo que denominamos "establecimiento del texto de la presentación clínica", comprometiéndose a aportar el texto con el que se trabajará la fabricación del caso presentado. En el momento de la presentación 2 de los 3 toman notas y el tercero sólo escucha. La Fábrica del Caso se inicia con la presentación de los caso y continúa en un trabajo a la vez grupal e individual.

Lugares / funciones: Los lugares, al tratarse de un dispositivo del psicoanálisis en extensión, están dispuestos según la lógica y la ética del dispositivo analítico.

Quien habla - el analista que expone -, está en posición de analizante de su práctica, y, el lugar del analista, está distribuido entre quien conduce la presentación e interroga y el público que durante la presentación debe guardar silencio. Para este primer tramo es necesario subrayar que ya se ha puesto en función el ternario que enmarca la experiencia (RSI) y la diferencia entre saber textual y saber referencial:

El analista que expone, - se le solicita que no traiga nada escrito y si lo trae, es función de quien conduce la experiencia tratar de que "quede olvidado" -, conmemora algo de lo real de su práctica, práctica que se muestra formando parte de lo real en tanto que perdida, imposible de ser presentificada más que por el tamiz de la palabra desplegada según el inconsciente estructurado como un lenguaje. Lo real como imposible se hace también presente en lo que cada caso tiene de necesariamente fragmentario, necesariamente puntuado ya por el analista.

Los escribas de la experiencia también se encuentran sometidos a estas variables, más aún cuando se produce el encuentro entre aquellos que tomaron notas y quienes sólo escucharon.

2- Fabricación.

Se trata de la construcción del caso en base a una lectura progresivamente más rigurosa y cada vez más arriesgada. La lectura puede comenzar a partir de un fragmento enigmático, de una hipótesis diagnóstica, de una secuencia significante, etc.


Fuente:
Extracto Proyecto de investigación (1999)
Director: Rolando Karothy
Co-director: Pura H. Cancina
Investigadores: Ana María Serra, Carmen Dellariva